
ARQUITECTURA GRAN FORMATO

Construida en un lote boscoso que ofrece una mirada de 360 grados sobre el paisaje distante, la arquitectura de esta casa se dispone como un panóptico para contemplar las montañas que le rodean. Una serie de ventanas alargadas como grietas capturan la luz solar y su movimiento durante el día, gracias a la orientación de los volúmenes en sentido oriente-occidente. Al mismo tiempo, una canoa central, diseñada como una escultura de concreto y acero, recoge la lluvia y la conduce al suelo a manera de cascada. La casa M&D es un reloj de sol habitable que da cuenta del paso del tiempo, donde el sonido de la lluvia se amplifica y acompaña una vida doméstica volcada al paisaje
La configuración simple de la planta de esta casa, en forma de L, divide el lote en dos, de tal forma que se genere un acceso sobre uno de sus lados con un espacio contenido para luego abrirse sobre el otro costado a un jardín tropical. La inclinación de sus cubiertas a un agua, abiertas hacia el sol naciente, permite recoger el calor de la mañana y generar un confort térmico en la zona social, las alcobas y los estudios. Al cerrarse los techos sobre el poniente, el espacio doméstico queda protegido del calor excesivo de la tarde. La respuesta bioclimática de la casa C&G produce a su vez una espacialidad donde la inclinación de las cubiertas cualifica los ambientes, con alfardas expuestas que revelan su sistema constructivo y ventanas altas que introducen luz natural indirecta.
La casa B&J propone una arquitectura fragmentada con el fin de entretejer el paisaje con la vida del hogar. Sus techos se posan ligeros sobre los muros para abrirse al sol naciente y poniente, y así llenar de luz el espacio y regular su temperatura. El ladrillo de sus fachadas muestra la técnica artesanal de su construcción mientras las aberturas francas de piso a techo encuadran el entorno. Una arquitectura concebida como un conjunto de piezas tan importante como el entorno que se cuela entre ellas.
Al posarse sobre la geografía del lugar, esta casa construyó un refugio en medio del paisaje. Los árboles, el cielo y las montañas adquieren un sentido nuevo cuando se habitan desde el espacio interior, donde un muro en teja de lámina metálica surge desde el suelo para convertirse en cubierta y marco del excepcional paisaje, y al hacerlo define un cobijo a la escala de la intimidad familiar. La casa GDP no solamente construye un habitáculo, construye un lugar donde el afuera y el adentro se diluyen, donde la arquitectura y el paisaje se funde.
El diseño de las casas de Carlos H. Jaramillo es el resultado de un trabajo estrecho y colaborativo con el cliente. La propuesta arquitectónica de esta, surge del deseo de sus habitantes por integrar los tejados a dos aguas, propios de las construcciones asiáticas, con las características de la arquitectura doméstica de Sir Edwin Lutyens, un arquitecto inglés que a finales del siglo XIX y principios del XX diseñó una serie de casas que adaptaron las construcciones rurales tradicionales a los requerimientos de un mundo industrializado. Así, la casa S&S recoge los valores de estas dos arquitecturas y los conjuga en un proyecto donde lo vernáculo se expresa en el ladrillo a la vista, mientras dos grandes cubiertas coronan los volúmenes girados, encajados en la topografía. Desde la puerta de acceso, concebida como una pared de madera que al abrirse desdibuja el límite físico de la fachada y genera una transparencia total entre el interior y el exterior, hasta los corredores y estancias que buscan el paisaje a través de grandes ventanales y recortes del entorno; la casa se alinea con el sol en medio de un juego de transparencias y perspectivas profundas.
Ubicada en el suroeste de Antioquia, esta casa cobija todas sus estancias bajo un solo techo a un agua, cuya inclinación hace eco de la geografía montañosa del lugar. Sobre uno de sus frentes el alero reduce la escala de la construcción y cubre un corredor semi exterior, desde donde se enmarca el paisaje cercano y se puede disfrutar del jardín y la piscina. En el interior, el espacio gana altura progresivamente de tal forma que en la parte más alta se genera una doble altura, donde la reunión familiar ocurre en una zona social animada por escaleras y pequeños balcones que se asoman sobre el vacío. Un solo gesto, un solo techo para reunir a una familia.